La segunda parte del estudio se desarrolla en el laboratorio, donde se individualizan los restos humanos y si el tamaño de la muestra lo permite, se caracterizan poblaciones. En este sentido, el estudio antropológico se divide en cuatro tipos de análisis, dependiendo del estado de conservación y el grado de preservación de comprendan los restos humanos:
- datos básicos (grupo de edad y de sexo) y paleodemografia;
- antropometria ósea (cranial y postcranial) y dental (odontometria), así como caracteres no métricos, útiles para reconstruir las características físicas de individuos o poblaciones;
- paleopatologia, es decir, todas aquellas lesiones y anomalías diagnosticadas tanto en los restos óseos como en los dentales;
- y tafonomia, donde se estudia el contexto funerario, el rito aplicado y sus asociaciones con el individuo o individuos allí enterrados.
Los resultados obtenidos a partir de estos análisis se presentan en un informe preliminar y/o memoria antropológica, en soporte de papel e informático.
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Dibujante: Thais Fadrique. |